viernes, 27 de noviembre de 2009

Santiago de Compostela: una creencia religiosa que fue usada con fines políticos.

*Muchas veces una creencia religiosa es ocupada para fines políticos, un caso fue Santiago de Compostela. Demostrar eso es el objetivo del presente ensayo.Por Luis Felipe Caneo.
Uno de los rasgos que resaltan al adentrarse en la Edad Media es la del homo religiosus, es decir, creen en la existencia de una realidad absoluta[1] que trasciende el mundo, la cual se manifiesta en el, un proceso conocido como Hierofanía. Eso explica la necesidad de los seres humanos de creer en algo para sí tener seguridad de la trascendencia, una característica predominante en la época ya citada, donde no había espacio para expresiones paganas: “Si había que excluir un tipo humano del panorama del hombre medieval era precisamente aquel de quien no cree de modo absoluto; el tipo que más tarde se llamará libertino, librepensador o ateo”[2].Ese es el contexto en el cual nace la historia de Santiago de Compostela, una creencia[3] religiosa que fue usada con fines políticos: a partir del surgimiento del mito del Apóstol Santiago en Hispania empezó lentamente a generarse una leyenda en torno a la figura de un ser protector de la España Cristiana frente al dominio del Islam en la Península desde la invasión en el año 711, el que fue hábilmente ocupado por diversas personas e instituciones , entre las cuales se puede mencionar a Gelmírez,del que hablaremos luego en profundidad, para lograr la supremacía de Compostela en desmedro de otras, especialmente Toledo. Demostrar esa relación entre religión y aprovechamiento político del primero será el objetivo de este ensayo de integración , partiendo de la base de tres premisas: las interrogantes que dejan las fuentes primarias con respecto a la presencia de uno de los apóstoles más cercanos a Jesús; el cambio de una iglesia pasiva, centrada en la liturgia a una actuante, inserta en el mundo de lo sensible[4] que opina a partir del Año Mil; la lucha de Compostela[5] para lograr supremacía en el ámbito eclesiástico en desmedro de Toledo y finalmente el establecimiento de lo militar en la figura protagonista, una acción que significó el derrumbamiento del mito jacobeo.
Es importante señalar, antes de comenzar cualquier análisis, que lo importante al ver un tópico de índole religiosa “No es necesario creer con ellos sino creerles que creen”[6], sólo así podremos captar de mejor manera la otredad, la visión del otro en torno a la vida y no expresar una actitud etnocentrista, es decir, evaluar la situación de acuerdo a los parámetros del contexto actual. Asimismo, es menester referirse al concepto de peregrino en la Edad Media, a grandes rasgos. La antropología cristiana[7] define al hombre como una criatura de Dios, esto se traduce en la práctica en que el destino del hombre depende de la relación que tenga con la divinidad y la elección que haga éste en torno al libre albedrío[8]: rechazando o aceptando la gracia divina. Esto se traduce en dos modelos de hombres que se engloban en el homo religiosus: el primero de ellos es el homo Viator, un ser que camina por ésta tierra y está consciente de su vida efímera, cuyo fin último es la eternidad. En directa relación con lo anterior, nos encontramos con el hombre penitente, quien preocupado por la salvación de su ser decide actuar para sí remediar el pecado, una noción muy presente en la Edad Media.
La historia comienza a escribirse…
Uno de los Apóstoles más cercanos a Jesús fue Santiago el Mayor[9], hijo de de Zebedeo y María Salomé, conocido como Hijo del Trueno[10]. Aparece en la Biblia cuando, junto a su padre y su hermano, el futuro Juan Evangelista, estaban reparando unas redes a orillas del lago Tiberiades y es llamado por Jesús a seguirlo, a ser uno de sus seguidores, uno de sus discípulos Está en momentos importantes de la vida de la encarnación de Dios en la tierra, como la resurrección de la Hija de Lázaro o la transfiguración en el Monte Tabor. Luego de la muerte de Cristo, predica en Judea y Samaria para finalmente entre los años 42-44 DC convertirse en el primero de los doce apóstoles en ser condenado a muerte por Herodes Agripa.
Lo anterior no nos permite deducir la presencia del hijo de Zebedeo en Hispania, recién en el siglo VI en una obra conocida como Breviarium Apostolorum, de acuerdo a ese escrito los discípulos de Santiago luego de su ajusticiamiento recogen su cuerpo y lo trasladan en una nave desde Jerusalén hasta Galicia, al puerto de Iria Flavia, siendo enterrado en una tumba, en cuyo lugar se construye un altar.En las primeras décadas del siglo IX, el Obispo Teodomiro descubre su tumba. Es el comienzo de una discusión que llega hasta nuestros días, la autenticidad de la presencia del primer apóstol mártir o no en Hispania, un dilema en donde las fuentes primarias nos dejan más dudas que certezas.
En el siglo IV hay registro de un primer vínculo entre un Apóstol e Hispania, esto por Dídimo de Alejandría (313-398) y su obra “Tratado sobre la Trinidad” donde expresa: "Uno de los Apóstoles recibió en reparto la India, otro Hispania, e incluso otro más una región hasta la extremidad de la tierra"[11]. El escrito es de gran importancia, ya que representa una fuente imparcial y además logra darle vida a uno de los silencios de la historia, por decirlo de alguna manera, aportando datos sobre la evangelización en la actual España.
En un primer momento se habla, en las Sortes Apostolicae[12], proveniente del mundo griego en el siglo VI, de la predicación de Santiago en Palestina y en el límite de las 12 tribus de Israel, siendo enterrado en Judea o Cesárea. Es el Breviarium Apostolorum[13] que hace mención, por primera vez, del hijo de Zebedeo en Hispania, algo presente también en la obra Comentarios (408) de uno los Padres de la Iglesia, San Jerónimo[14], dice que los seguidores se fueron, en su objetivo de predicar en diversas partes del mundo, “uno a India, otro a las Hispanias, otro a Iliria, otro a Grecia” [15]De acuerdo a Solana, en el artículo ya mencionado, la afirmación anterior nació a partir de las observaciones que hiciera Eusebius Hieronymus Sophronius sobre Isaías, tomando como base la epístola de San Pablo a los Romanos donde éste dice:”espero visitaros de paso para España, confío en que me encaminaréis hacia allí, después de haber disfrutado un poco de vuestra compañía”[16], una prueba, se puede deducir, de que los pescadores del mar de Genesaret adentrándose en el mar a predicar el Evangelio, cuestión que se relaciona con la primera vez en que Jesús se encuentra con Santiago: cuando el segundo estaba reparando las redes junto a su familia.
Un texto de San Isidoro de Sevilla, De Ortu et obitu sanctórum Patrum es otra fuente que hace referencia a Santiago: “Petrus nanque Roman accepit, Andreas Achaiam, Jacobus Hispaniam”[17].Muchos señalan lo anterior como una copia del Breviarium, para darle legitimidad al culto jacobeo, otros, como Solana, creen poco probable la hipótesis anterior argumentando la gran fama de San Isidoro y el hecho que hasta el día de hoy nadie ha reclamado una manipulación.
En dos fuentes[18] se niega la estadía de Santiago en el Norte de España, éstas son la Crónica Gallega- escrita por Hidacio, 395-468, un obispo cercano a Compostela que no menciona al protagonista de este ensayo y la segunda es “De Virginibus”, cuyo autor es Venancio Fortunato, indica las regiones que le corresponde a cada apóstol, siendo Hispania para San Martín de Brega. Determinar la autenticidad de la historia jacobea no es nuestro propósito, mas esto nos permite ver las distintas visiones de la realidad de Compostela y de ésta manera acercarnos a la primera hipótesis: el aprovechamiento político de una creencia religiosa.
El Descubrimiento de los restos del Apóstol en Hispania
Hablar de este tópico sin referirse a la historia del Reino de Asturias es imposible, es parte trascendental para entender la situación. Asturias fue el primer reino[19] instaurado en la Península Ibérica luego de la caída de Toledo y la muerte de su rey Rodrigo en la Batalla de Guadalete[20]. Los musulmanes, con el afán de lograr la sumisión de Asturias, deciden llevarse a algunos nobles entre los que se cuenta a Pelayo, su origen no es claro, el cual logra escaparse refugiándose en una cueva llamada Covadonga, allí libraron una batalla contra los islámicos obteniendo un triunfo rotundo que le permitió consolidarse a Asturias como la zona cristiana de España en un período de predominio oriental.
Fue en esas tierras en que a fines del siglo VIII, en tiempos del Rey Mauregato (783-789) que el Beato de Liébama, inspirado en toda la tradición ya referida en ésta investigación, compone un Tractatum Apocalips. Hacia 783 comienza a circular en España un Himno “O Dei verbum, patris…”, una loa a Santiago cuyo fin era “iniciar una liturgia de Santiago hasta ahora inexistente (…), bajo las tradiciones eclesiásticas del Ancien Régime, abolido por la invasión árabe”[21]. A lo que debemos sumar otro objetivo: proporcionarle a España una figura protectora en tiempos desesperados[22], ya que los musulmanes continuaban con el dominio en España y la intención del Emirato de Córdoba de atacar Asturias para someterla en forma definitiva: “únicamente la ayuda sobrenatural, el milagro, podía salvar a la Monarquía Asturiana que entonces era prácticamente toda la España cristiana”[23]. Lo que era inminente se concretó en los años 794 saliendo ganadora Asturias, encabezada por Alfonso II, y en el 795 nuevamente los musulmanes arremeten, saliendo derrotados. Asturias no correría peligro ya, estaba libre del dominio del Islam.
En un rincón de Galicia se produjo el descubrimiento de las reliquias del Apóstol Santiago por el ermitaño Pelayo quien vio unas iluminarías que hacían de la zona un campo de estrella y le aviso al obispo Teodomiro del hallazgo, quien lo confirmó. En homenaje a Santiago el Apóstol mandó a construir una iglesia votiva, la predecesora de la majestuosa Iglesia de Compostela, primera demostración de la relación política con la historia Jacobea. No fue la única que mandó a edificar, aunque no en relación a Santiago, llamada Santullano, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1985, es de estilo pre-románico mostrándose como un lugar espacioso con los típicos rasgos de ese estilo como son los arcos de medio punto. Fue construida entre los años 812 al 842[24], como un recuerdo del matrimonio mártires Julián y Basilisa, los cuales se retiraron a la vida monacal.
A juicio de Casariego, Mérida, en el siglo VIII, poseía las reliquias de Santiago y cuando ésta tuvo que capitular ante la invasión musulmana se les permitió llevarse sus pertenencias, entre las que se cuentan las ya citadas reliquias, las cuales fueron trasladadas a Compostela; la otra teoría dice relación con que en la España Visigoda ya se le rendía culto a Santiago, pero como un santo cualquiera. En ese sentido, el surgimiento de las reliquias de Compostela se interpretaría como un recuerdo de la denominada memoria colectiva. Si bien sólo son teorías, permiten visualizar como la lucha por las reliquias en el mundo Medieval no era con un fin exclusivamente religioso sino político, lograr el liderazgo y prestigio frente a las otras ciudades cercanas.
El Año Mil y su repercusión en Compostela
En la Edad Media se creía que con la llegada del año mil el mundo iba a llegar a su fin, el juicio final aparecería en la vida de aquellos seres. El fundamento del Milenarismo se encontraba en el libro del Apocalipsis, el cual decía que con el arribo del año mil Satanás será soltado de su prisión, pudiendo así asolar al mundo, traduciéndose en el imaginario medieval en un aumento de la práctica del hombre penitente, querían salvarse en la vida eterna ante el inminente fin del mundo. Veían a la peregrinación como un rito de purificación.
Compostela no fue ajena a la influencia del Milenarismo: “Almanzor marchó contra Santiago en dónde se topó con el más importante santuario cristiano de la Península y de las regiones próximas del continente. Ningún príncipe musulmán sentirá hasta aquel momento la tentación de llegar hasta allí ni la de atacar tal lugar.”[25].A lo anterior debemos sumar la presencia de las naves vikingas y normandas que estaban asolando Galicia en busca de un cuantioso botín. Las personas empezaron a exigir un nuevo actuar a las instituciones de la época, tomar una acción protagónica, ser parte del mundo sensible. Ese es el contexto en que surge Gelmírez.
Las primeras cuatro décadas del siglo XIII están marcadas por la presencia del primer arzobispo de Compostela, Diego de Gelmírez, cuya gran habilidad política[26] le significará a Compostela grandes beneficios, como elevamiento de su ciudad a sede Arzobispal, situación que generó las suspicacias y rivalidad con Toledo, la antigua capital establecida por el rey godo Leovigildo.[27], una disputa[28] cuyos máximos exponentes son Bernardo de Sauvetat, arzobispo de Toledo, y el mencionado Gelmírez: lo que molestaba a Toledo era la calidad de heredera de Mérida dada a Compostela, siendo que ese lugar estaba bajo los dominios toledanos. La clave de todo esto es la diferencia que hay entre ellas por la presencia del cuerpo del Apóstol en sus tierras, esa, a juicio de los de Santiago, es argumento para que no deba estar bajo la tutela de Toledo. Una actitud que se expresó cuando Pelayo, sucesor de Gelmírez, recibe la orden pontificia de sumisión, quien protesta con lo ya explicado, tener los restos de uno de los hombres acompañantes de Jesús.
A través de lo expuesto en las líneas antecesoras nos permiten graficar el cambio de mentalidad de las instituciones, respondiendo así a las necesidades de la gente de la época, con una Iglesia que se involucra en el mundo terrenal, se entremezclan aspectos religiosos con políticos, una realidad evidenciada en el establecimiento de Santiago Matamoros.
La leyenda del Matamoros
Una leyenda que comienza a escribirse a partir del desarrollo de la mítica Batalla de Clavijo, esto porque el Rey de Asturias, Ramiro I, se había negado a pagar el tributo a los emires árabes, consistente en 100 doncellas vírgenes. Es más, Ramiro y sus hombres van en busca de los enemigos, pero al encontrarse con ellos son rodeados por un gran ejército, la derrota era cosa de minutos no más. Esa noche el Monarca tuvo un sueño, en donde aparecía el Apóstol[29] participando en la batalla y asegurándoles la victoria. Como una forma de agradecimiento por la ayuda, el Rey Ramiro I establece un voto perpetuo a favor de la ciudad que alberga la historia Jacobea, consistente en diezmo de frutos, entregados por los labradores.
Todo esto se sustentaba en un diploma del siglo XII, el original del SIX se había perdido su rastro, mas investigaciones posteriores determinaron la falsificación del documento dado, entre otras causas: en el año 872 de la Era Hispánica equivale al 834 de la Era Cristiana, no estaba en el poder Ramiro I sino Alfonso II en Asturias; la esposa de Ramiro I se llama Paterna y no Urraca, como citan las fuentes. El segundo nombre corresponde a la señora de Ramiro II. De acuerdo a los antecedentes históricos, la intervención de Santiago a favor de los cristianos fue tardía[30], por lo que la inclusión del protagonista del ensayo responde a motivos políticos: “en Albelda, lugar muy próximo a Clavijo, combatieron Ordoño I de Asturias y Musa ibn Musa, caudillo de los musulmanes del Ebro en el año 859”[31].Martín, catedrático de Historia Medieval de la UNED, cree que el hecho aludido fue visto por personas del siglo XII que intentaban justificar de alguna manera los votos ha cancelar por Santiago, siendo la escogida el hecho del que hablamos. Otra expresión más del aprovechamiento político en relación a Compostela. Compostela en la Literatura
En el Camino de Santiago, al alero de los monasterios, surgieron los Mesteres de Clerecía, con ese nombre se conocía la literatura compuesta por clérigos[32] durante la Edad Media, con obras que han llegado hasta nuestros días, como “El Libro del Buen Amor” de Arcipreste de Hita, o “Libro de Alexandre” o “Libro de Apolonio” (1235 – 1240), además de “Los Milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo de Berceo. En ésta obra, uno de los milagros nos habla de Santiago: “El Romero de Santiago”: cuenta la historia de un religioso pecador, pero muy devoto de la Virgen María, el cual como una forma de lograr la salvación eterna decide ir como peregrino a Compostela, allí, en la tercera jornada, se le aparece el diablo en la figura del apóstol, quien le reprime por no haber hecho una penitencia, una situación que disgustará a la Virgen, por lo cual le ordena cortarse los genitales. Santiago se da cuenta y recrimina a Satanás por su actuar, llevándolo a juicio ante la Madre de Jesús, quien determina como sentencia el regreso al estado original del afectado, porque es devoto en su máxima expresión de la Mujer Celestial, una actitud que lo hace merecedor del manto protector de ella.
Este milagro nos lleva a una realidad en la que Santiago estuvo presente, siempre estuvo, según revela la literatura de aquellos tiempos, supeditado [33] a Dios y a la Virgen, algo que queda patente en el poema de Fernán González, cuando éste lo llama “criado de Dios”. En efecto, el nombre de Santiago es parte de y no protagonista de: la crónica Nairensis[34] nos relata que durante el mandato de Ramiro III, el conde Willemus Santionis, cansado de los estragos de los normandos en las tierras de Galicia, se enfrentó a ellos con un gran ejército “en el nombre de Dios y en honor de Santiago Apóstol”. La Crónica Adephonsi nos cuenta que luego de las amenazas del rey cordobés[35] Azuel y del sevillano Avenceta, los cristianos invocan a Jesús, María y Santiago. Incluso, en la importante Batalla de Las Navas, no se registran rastros de Santiago Apóstol, se observan solamente los estandartes de la Cruz de Cristo y los de la Virgen.[36]. Conclusiones
La política siempre ha estado involucrada en las diversas realidades de la vida, no siendo la excepción la religión. Una relación que se evidenció en Santiago de Compostela a través del engrandecimiento de la figura del Apóstol con un claro trasfondo político, pues la presencia de las reliquias aseguraba la prosperidad de la ciudad y el predominio por sobre otra, algo por lo que luchó afanosamente Gelmírez, un obispo y luego Arzobispo de una ciudad que logró codearse de igual a igual con las demás rutas de Peregrinación y con Roma. El fin político, al que hacíamos alusión en las líneas anteriores, queda de manifiesto a partir del Milenarismo, tiempo en el cual se inserta el actuar de Diego Gelmírez, en donde la Iglesia, al igual que las otras instituciones sociales, debió trasformarse en un ente protagonista de la sociedad de aquel entonces, bajar del mundo de las ideas al sensible, al mundo terrenal, con lo cual adquiere un rol político: las luchas con Toledo por la supremacía en la Península Ibérica, el surgimiento de la figura de Santiago Matamoros en el contexto de la lucha contra los musulmanes, las dudas más que las certezas que nos dejan las fuentes del período- en cuanto a si estuvo o no en España-, la falsificación en que se sustentaba el voto de Santiago y lo indicado en la literatura nos confirman que ésta creencia religiosa[37] fue utilizada por Compostela para transformarse en una ciudad meta de una larga ruta de peregrinaje, una realidad que le daba prestigio a sus habitantes y el ansiado poder a sus autoridades. Un liderazgo político que empezó a declinar hacia el siglo XV y XVI, por una nueva realidad social, religiosa e histórica: los autores eclesiásticos señalaban que el sólo hecho de peregrinar si no iba acompañado por una mejor en la actitud religiosa y moral del individuo, no se lograba “estar en condiciones para recibir las gracias o carismas propias de aquellas actividades”[38]. La Reforma Protestante fue otra de las causas del declive del camino: negaban los seguidores de Lutero, por mencionar un ejemplo, el valor de las indulgencias y asimismo consideraban a lo devocional en un nivel muy bajo, le daban poca importancia. Además de la Inquisición y el surgimiento de los Estados Nacionales, un hecho que significó en la práctica un aumento del control de las fronteras, impidiendo así un tránsito expedito. En definitiva, Santiago de Compostela es una leyenda que aún sigue escribiendo sus páginas con un pasado esplendoroso y del cual todavía quedan algunas expresiones como la majestuosa Iglesia de Santiago.
Bibliografía -Alberto José Lleonart Amsélem, El Camino de Santiago y Europa. Contexto histórico y raíces cristianas, Madrid, BAC, 2007, p. 7. Dídimo de Alejandría, Tratado sobre la Trinidad citado en “La Tradición Jacobea”, Segunda Parte, Alberto Solana, Asociación Galega de Amigos del Camino de Santiago, http://www.amigosdocaminho.com/web/relatos/index.php?idi=C&fot=relat&cod=15 -El Apóstol: realidad histórica, Centro Virtual Miguel de Cervantes, http://cvc.cervantes.es/actcult/camino_santiago/decimotercera_etapa/santiago/apostol.htm -Francisco Márquez Villanueva, Santiago: trayectoria de un mito, Ediciones Bellaterra, , Barcelona, 2004, -H. Bresc, Europa y el Islam en la Edad Media, Editorial Crítica, Barcelona, 2001 -J.E Casariego, Fuentes y Comentarios de la Historia de Asturias, Página de Asturias, http://tematico.asturias.es/cultura/ridea/ConsultaBoletines/PDFs/096-01.PDF, -Jacques Le Goff, El hombre medieval, Madrid, Alianza Editorial, 1990, p. 13 Jacques Pulbar, Dios ayuda a Santiago, La Aventura de La Historia , Arlanza Ediciones, Madrid, julio 1999 -José Luis Martín Rodríguez, La Leyenda del Matamoros, La Aventura de La Historia , Arlanza Ediciones, Madrid, julio 1999, -Miguel Ángel Ladero Quesada, El declive del camino, La Aventura de La Historia , Arlanza Ediciones, Madrid, julio 1999, página 115. Sebastián Rico, Peregrinato e Imago Mundi, Compostela: un viaje cotidiano en Monografía: Imaginarios y vida cotidiana en la Baja Edad Media, Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile (trabajo facilitado por el autor para el desarrollo de la presente investigación). Agradecimientos a Sebastián Rico, Amelia Herrera y Luisa Ocaranza por la ayuda prestada para la investigación. Notas Explicativas [1] Estas ideas están contenidas en el libro de Mircea Eliade, , Lo sagrado y lo profano, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 1998. [2] Jacques Le Goff, El hombre medieval, Madrid, Alianza Editorial, 1990, p. 13 [3] En la mente, el individuo idealiza la interpretación de un contenido cognoscitivo el cual carece de una demostración racional.Eso explicaría el éxito de Santiago de Compostela, pues la gente de esos parajes no necesitaban comprobaciones para creer que el Apóstol estuvo en vida en sus tierras y que sus restos yacen en ella. [4] El mundo sensible es, en palabras simples, el mundo que habitamos, lo cambiante. Se relaciona con la Teoría de las Ideas de Platón. [5] Estamos conscientes de que Toledo no fue la única ciudad con que se enemistó Compostela en su afán de supremacía, pero por razones de espacio decidimos centrarnos en ella pues es heredera de la tradición isidoriana y referirnos a las otras en forma secundaria, en especial a la sostenida con Roma. [6] Sebastián Rico, Peregrinato e Imago Mundi, Compostela: un viaje cotidiano en Monografía: Imaginarios y vida cotidiana en la Baja Edad Media, Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile (trabajo facilitado por el autor para el desarrollo de la presente investigación). [7] Ese es el nombre que se le da a la acción de armonizar fe y razón en el campo de la filosofía. [8] Para San Agustín de Hipona, Dios a cada humano le tiene un camino ya establecido, existiendo la posibilidad de seguirlo o no por parte de cada individuo. Eso se llama Libre Albedrío, lo expresa en el libro del mismo nombre el obispo de Hipona. [9] Para hablar sobre la vida del Apóstol nos basamos en el artículo del Centro Virtual Miguel de Cervantes, El Apóstol: realidad histórica, http://cvc.cervantes.es/actcult/camino_santiago/decimotercera_etapa/santiago/apostol.htm [10] Con ese nombre lo calificó Cristo por su temperamento. [11] Dídimo de Alejandría, Tratado sobre la Trinidad citado en “La Tradición Jacobea”, Segunda Parte, Alberto Solana, Asociación Galega de Amigos del Camino de Santiago, http://www.amigosdocaminho.com/web/relatos/index.php?idi=C&fot=relat&cod=15 [12] Es decir, reparto apostólico [13] Documento latino de los siglos VI y VII. Posiblemente provienen de los Catálogos Bizantinos o Apostólicos, no hay certeza de su fuente. [14] Destacado filósofo, uno de los Padres de la Iglesia, nacido en Estridón hacia el año 340.Tradució la Biblia al latín bajo el nombre de Vulgata, abrazó la vida monástica, gran especialista de las Sagradas Escrituras. [15] San Jerónimo, Comentarios citado en “La Tradición Jacobea”, Segunda Parte, Alberto Solana, Asociación Galega de Amigos del Camino de Santiago, http://www.amigosdocaminho.com/web/relatos/index.php?idi=C&fot=relat&cod=15 [16] Biblia, Romanos 1524 y 1528. [17] San Isidoro de Sevilla, De Ortu et obitu sanctórum Patrum citado en “La Tradición Jacobea”, Segunda Parte, Alberto Solana, Asociación Galega de Amigos del Camino de Santiago, http://www.amigosdocaminho.com/web/relatos/index.php?idi=C&fot=relat&cod=15 [18] Claramente hay más, mas el espacio nos impide extendernos más en el comentario [19] H. Bresc, Europa y el Islam en la Edad Media, Editorial Crítica, Barcelona, 2001 [20] Se enfrentan contra los musulmanes. Sucedió en el año 711 [21] Francisco Márquez Villanueva, Santiago: trayectoria de un mito, Ediciones Bellaterra, , Barcelona, 2004, página 56 [22] Parafraseo de Francisco Márquez Villanueva, Ibid, página 58 [23]J.E Casariego, Fuentes y Comentarios de la Historia de Asturias, Página de Asturias, http://tematico.asturias.es/cultura/ridea/ConsultaBoletines/PDFs/096-01.PDF, Pág. 9 [24] Monumentos de Asturias, Iglesia de San Julián de Los Prados, http://www.spain.info/TourSpain/Arte%20y%20Cultura/Monumentos/C/BP/0/San%20Julian%20de%20los%20Prados?Language=ES [25] Alberto José Lleonart Amsélem, El Camino de Santiago y Europa. Contexto histórico y raíces cristianas, Madrid, BAC, 2007, p. 7. [26] Por ejemplo, su fluida relación con Roma le permitió un aumento en el rango eclesiástico [27] Francisco Márquez Villanueva, Santiago: trayectoria de un mito, Ediciones Bellaterra, , Barcelona, 2004 [28] Para referirnos a este punto utilizamos como referencia el libro Santiago: trayectoria de un mito, Ediciones Bellaterra, Barcelona, 2004 de Francisco Márquez. [29] Hay versiones que dicen que en realidad era el arcángel San Miguel y no Santiago, al respecto véase “La Batalla de Clavijo y aparición en ella de nuestro patrón Santiago, Logroño, Gobierno de la Rioja, 1997, segunda edición. [30] José Luis Martín Rodríguez, La Leyenda del Matamoros, La Aventura de La Historia , Arlanza Ediciones, Madrid, julio 1999, página 55 [31] Ibíd., página 55 [32] No son necesariamente religiosos sino hombres cultos. [33] Jacques Pulbar, Dios ayuda a Santiago, La Aventura de La Historia , Arlanza Ediciones, Madrid, julio 1999 [34] Citada en el artículo del Medievalista Jacques Pulbar, Dios ayuda a Santiago, La Aventura de La Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, julio 1999, página 106. [35] Uno de los filósofos más destacados del Califato de Córdoba fue Averroes, nacido en la ciudad de Córdoba. Uno de los puntos fundamentales de su pensamiento fue, relacionado con el debate por la supremacía entre la religión y la razón, el planteamiento del problema que originó toda la discusión: se le autorizó el acceso a la filosofía a las personas no adecuadas. En ese sentido, estableció tres tipos de hombres: los primeros son hombres de demostración- exigen pruebas rigurosas-, los hombres dialécticos- se contentan con argumentos probables-, hombres exhortación- les basta con argumentos probables-. [36] La inclusión de la Virgen se debe entender en el contexto del culto mariano. [37] Tal como comentábamos, al principio de la investigación, cuando uno se enfrenta a realidades como la historia jacobea la clave no es cuestionar su creencia sino entenderlos, practicar una otredad positiva. Una situación que el término creencia lo expresa magistralmente, pues ella alude a un proceso [38] Miguel Ángel Ladero Quesada, El declive del , La Aventura de La Historia , Arlanza Ediciones, Madrid, julio 1999, página 115.

No hay comentarios: