Infancia: Saber leer las emociones evita el rechazo social en la niñez

*Especialistas detectaron las tres habilidades claves para que el menor tenga un adecuado desarrollo social y emocional. Por Luis Felipe Caneo. Los seres humanos contamos con un lenguaje verbal y otro paraverbal, en este último se hallan todos los gestos o expresiones realizadas por alguna parte de nuestro cuerpo, los cuales han adquirido un significado determinado por la sociedad. Entender su significado , como comprender que un cambio de voz es sinónimo de una transformación del estado de ánimo del ser, son habilidades claves para que los niños eviten ser rechazados y, por consiguiente, tengan relaciones positivas. Lo anterior se debe al hecho de percibir gestos y señales usadas socialmente, entenderlos y responder adecuadamente a ellos son los tres factores claves para que un niño tenga un desarrollo óptimo en el área social y emocional, de acuerdo a una investigación llevada a cabo por el Centro Neuroconductual de la Rush University de Chicago, dirigido por Clark Mckown. Se analizó el comportamiento de niños entre los 5 y los 12 años concluyendo que aquellos menores con entendimiento de las señales no verbales y respuestas de las mismas eran más propensos a desarrollar amistades exitosas. En cambio, en el caso de los que no lograban manejar uno de los tres pasos ( percibir gestos y señales, entenderlos y responder a ellos en forma correcta), corren el riesgo de ser rechazados, una situación presente en el 13% de los escolares de Estados Unidos. Es importante señalar que la investigación demostró tres realidades en el universo abarcado: unos no registran las señales no verbales de los otros; los segundos la identifican, mas no son capaces de atribuirlas a una situación determinada y los terceros leen las emociones de los demás, pero les falta la empatía en el actuar. Generalmente se asocia el rechazo con la falta de amigos, sin embargo involucra otras variables que merecen ser analizadas como el aumento del riesgo de fracaso académico, abandono escolar, depresión, ansiedad y el uso de drogas. "Como no sabíamos exactamente que conductas lo llevan al fracaso o como medir esas habilidades, era difícil apoyarlos. Pero ahora será posible detectar que habilidades necesita desarrollar un niño y ofrecerle ayuda", explicó Mckown a la prensa, señalando, además, que los resultados del estudio serán usados para la elaboración de test, cuyo fin será medir el aprendizaje social y emocional de los menores.