viernes, 16 de octubre de 2009

Agenda cooltural:Un viaje a los años 80 a través del teatro

*Esa es la invitación que nos hace la Sala Tiara con la obra "Las Tres Marías y una Rosa", un montaje en donde se relata la historia de cuatro mujeres de la población La Victoria en Santiago, quienes deben sacar adelante el hogar sin el apoyo de los maridos respectivos.Un buen panorama para el sábado. Un viaje al pasado, al Chile de hace dos décadas, al país de los años 80.Eso es lo que nos propone la Sala Tiara con su montaje "Las Tres Marías y una Rosa", una obra que nos narra la historia de cuatro mujeres, las cuales, con mucho esfuerzo y sacrificio, logran sacar adelante sus grupos familiares, ante la ausencia del marido,quien no ayuda o simplemente no está.Tienen un taller de arpilleras, lugar donde, bajo las órdenes de Maruja, fabrican el producto antes citado para ser vendido en el extranjero. Ese es el escenario donde se desarrolla la obra dramática, espacio en el cual es posible ver las duras condiciones de vida de sus integrantes, quienes, sin embargo, intentan darle alegría a una vida que no se les ha presentado fácil.En un principio, son tres las que están en el grupo, pero una de ellas,la señora Luisa, trae a una joven esposa, Rosita,vendedora de productos Disney en la calle, para ser parte del equipo; acción que generó aceptación en la gran mayoría,excepto en una, la cual, con el pasar del tiempo, cambia su actitud."Rosita es una mujer bastante humilde,trabajadora con un hombre que la domina, tiene dos hijos menores y además está esperando guaguita.Es una mujer que no se ensucia de las otras mujeres características de la época,mujer trabajadora, de casa, muy humilde a diferencia de las otras que solamente quieren poder", cuenta la actriz Camila Cerda, quien encarna a Rosita. La venta de las arpilleras era su única fuente de ingreso, por lo cual cuando son rechazadas en la Central, el ente responsable de su venta, la desesperación llega al Taller y las discusiones aparecen en escena, dando como resultado el retiro de dos miembros, quedándose solamente Maruja y Rosita.La primera logra concretar un negocio que les permitirá tener un pasar más tranquilo:se trata de la confección de un gran mural para la Iglesia del sector, hecho responsable de la reconciliación entre todas y el arribo de la felicidad a sus vidas, ejemplificado, por citar un pasaje de la obra, en los cantos y bailes que realizan y en el “casamiento” de Rosita, en donde cada una de ellas asume los roles de sacerdote y novio. Esa es la oportunidad en donde las reivindicaciones femeninas toman protagonismo, pues le hacen prometer al “marido” respeto hacia ella, compromiso a cumplir con sus obligaciones de esposo y padre y un sin de cosas más.Esto nos habla de las luchas de las mujeres por sus derechos frente a los hombres. “Creo que Maruja es la fuerza de la mujer chilena,la mujer en la adversidad: el temple de la mujer,su valor.Ante cualquier situación, aquí en la obra, se ve que la mujer puede sortear cualquier dificultad con su inteligencia y sabiduría.Eso muestra la obra”, nos dice Carmen Poblete, responsable de darle vida a Maruja,quien, ante la consulta de lo más difícil en la preparación, señala: “Conectarnos con lo que significa mostrar en esta obra lo que se vivió en los años 80 en nuestro país, todas las situaciones de crisis.Mostrar todo eso fue un poco doloroso,pero interesante mostrar todo eso en esta comedia.El contenido social que tiene ésta obra eso fue lo más impactante para nosotros,lo más difícil”, comentó. La obra es de Daniel Benavente, destacado sociólogo de los años 80, parte del teatro testimonial, un tipo de teatro que se puede definir como un sainete, el cual presenta un gran desafío para los actores, como lo explica el director de la Sala Tiara, Francisco García, en entrevista con El Rancahuaso:"Lo más difícil de la actuación de las cuatro actrices es lograr una presentación verosímil, son personajes que son caricaturas pero tienen que tener verdad. Eso es lo difícil, porque no se saca nada representar un prototipo de personaje que no convence",indicó. En resumen, la invitación es para este sábado y los siguientes en Cuevas 250,Rancagua, en la Sala Tiara a las 20:00 a realizar un viaje al pasado mediante una obra profunda y divertida que nos habla del Chile hace ya dos décadas.La entrada es de $2000 estudiantes y tercera edad y $4000 público general.No se arrepentirán.

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