*En la misa, realizada en el Monasterio de Las Adoratrices de la Divina Providencia de Rancagua, el Presidente de la Conferencia Episcopal llamó a los fieles a valorar la Eucaristía como “la fuente y cumbre de toda la vida cristiana”, señaló.Además,motivó a practicar en el día a día el amor al prójimo. En el día de Jueves Santo,-una fecha fundamental para quienes somos católicos, pues es la introducción a los tres días más importantes del calendario litúrgico, el llamado Triduo Pascual,en el cual se celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Además, es la culminación de la Cuaresma (cuarenta días de ayuno) y la finalización de la campaña de Cuaresma de Fraternidad-,la Iglesia Católica en el mundo comienza a celebrar la Semana Santa, la que en el caso de Rancagua se realizó en diversas capillas e iglesias, siendo en la del Monasterio de Las Adoratrices de la Divina Providencia en la que estuvo presente el Obispo de la Diócesis de la capital regional.Allí,Monseñor Alejandro Goig Karmelic,hizo un llamado, en el Monasterio de las Adoratrices de la Divina Providencia, a valorar la Eucaristía como “la fuente y cumbre de toda la vida cristiana” y, al mismo tiempo, exhortó a practicar las enseñanzas de Jesús, el Salvador de la Humanidad, expresándolas a través del amor al prójimo en nuestro día a día.
La celebración se inició a las 18.15 horas en el lugar ya indicado, con la entrada del Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y el canto de las religiosas que dedican su vida a rezar por cada uno de nosotros.Posteriormente, vinieron las lecturas que nos hablaron sobre la Última Cena y como Jesús le lava los pies a sus discípulos.”La cena que celebra Jesús cobra una dimensión absolutamente nueva. Porque él viene a salvar a judíos y a no judíos, es decir, a todos los seres humanos. Es la transformación del sacrificio de un cordero, de un macho cabrío, ahora es remplazado por el cordero de Dios, Jesús, que quita el pecado del mundo. Él se va a quedar con nosotros hasta el fin de los tiempos en la eucaristía”, comentó Goig en la prédica en cuanto al significado de la cena de Cristo con sus discípulos y agregó:”Por eso, con verdad, cuando el Concilio Vaticano Segundo se reunió hace unos cuarenta años atrás, dijo que la Eucaristía era la fuente y cumbre de toda la vida cristiana”, indicó.Esa es la importancia de la misa, explicó la autoridad eclesiástica.
Con respecto al hecho de cuando Jesús le lava los pies a sus discípulos, el ex Obispo de Osorno dijo:”Ésta cena, ésta eucaristía, adquiere una dimensión absolutamente novedosa, con el episodio del lavatorio de los pies de los apóstoles .Un rito que nos revela lo que hizo Jesús, lo que hay detrás de el es lo maravilloso y lo tremendo. Porque él que celebra la misa, nosotros lo celebramos cada domingo y algunos cada día, es porque queremos vivir esa pasión. Lo que ocurre ésta noche es algo absolutamente sorprendente: el maestro a los pies de los discípulos, el maestro se agacha, el maestro que se despoja de su condición de padre y se hace siervo. Por eso el estupor de Pedro.”, mencionó.
Este hecho, narrado solamente en el Evangelio de San Juan, debe ser replicado en la vida diaria.”¿Qué significa esto? , que yo salgo de la eucaristía y tengo que lavarle los pies al Prójimo, lo que significa que yo voy a amar, que ésta comunión que hago con el cuerpo de Jesús se va a traducir en la vida de cada día, sabemos que eso no es siempre fácil dado a que amar lo agradable resulta relativamente fácil, pero amar lo desagradable-amar al que me calumnió, amar al que habló mal de mí, amar al que me hizo daño, etc.-eso humanamente no es fácil. Pero ese es el mandato que él nos dejó esta noche: el que come de su pan y el que bebe de su sangre está llamado a dar testimonio de amor.
Por eso, la Eucaristía tiene una tremenda dimensión social. Uno puede preguntarse en este país, fundamentalmente católico, cuantos van a misa cada domingo: un 10 o 15% y en esta fiesta un poquito más. Si vamos a misa cada domingo, tenemos que preguntarnos si somos testigos de este amor en lo personal, familiar, en lo social, en lo económico, en lo político y en todos los ámbitos de la vida. Un país mayoritariamente cristiano, como Chile, debería ser otra cosa, pero no lo es. Quiere decir que los discípulos de Cristo no hemos llegado a vivir todavía esto que el evangelio de hoy nos dice con tanta claridad. Jesús les dice Ustedes deben preocuparse unos de otros, ustedes deben hacer algo para que los demás para que vivan una vida más digna. Nuestra fe con el Señor tiene que ver con nuestra vida.”, señaló el Obispo de Rancagua, quien, además, comentó que “La Eucaristía es un rito que hay que vivirlo en la vida de cada día y empezando por quien les habla, sabemos que no es fácil. Eso es lo que nos pide el Señor”.
La misa concluyó con la procesión por el Monasterio del Santísimo por el lugar, que representa el cuerpo y sangre de Jesús, para luego ser guardado en la Sagrario a la espera de su Resurrección el próximo Domingo de Pascua. Es el tiempo en que el mantel blanco y las flores de cada altar a lo largo y ancho del mundo se guardan, para vivir la Pasión del Salvador del Mundo con la esperanza de que algún día resucite entre nosotros. Por su parte, la Catedral de Rancagua también vivió su Jueves Santo en una ceremonia presidida por Monseñor Bernabé Silva, quien hizo un llamado a vivir cada Eucaristía como si fuera la última de la vida, siguiendo los consejos que un Padre hermano, ya fallecido, le había dado.Alí,también,se realizó el lavatorio de pies a 12 hombres que participan activamente en las diversas actividades de la Catedral, la que tenía pocos fieles, cuestión que contrasta con otras ocasiones, como la Misa del Gallo de la Navidad del 2008. Monseñor Goig:”Sin duda los que tenemos el don de la fe tenemos que vivir estos días con recogimiento.”
Luego de la finalización de la misa de Jueves Santo, Monseñor Goig recibió a El Rancahuaso, con su tranquilidad, simpatía y carisma que lo caracterizan, oportunidad en la que habló de cómo los chilenos vivimos la Semana Santa.”Sin duda, los que tenemos el don de la fe tenemos que vivir estos días con recogimiento, con fe profunda, con anhelos de imitar a Jesucristo. Hay algunos hermanos en la fe que toman estos días como vacaciones –me consta que Algunos, cuando salen, van a algunos lugares en donde también pueden celebrar los oficios religiosos -.Pero otros, como dices, lo toman como día de descanso, para los que tenemos el don de la fe no es lo adecuado. Lo que trate de decir en esta misa es que los que participamos de la Santa Eucaristía tenemos que proyectar eso en la vida de cada día, el que comulga el cuerpo de Cristo tiene que hacer el esfuerzo de comulgar en la vida diaria con su prójimo, con sus vecinos, seres queridos amándolos, respetándolos.Entonces, ahí la misa adquiere su verdadero sentido. Ese es el sentido profundo de nuestra fe y de celebrar el misterio de Jesús muerto y resucitado.”, comentó la máxima autoridad de la Conferencia Episcopal de Chile.
Además, mandó un saludo a los lectores del diario ciudadano de la Sexta Región:”A través de este medio electrónico, El Rancahuaso , un saludo muy fraterno a toda la comunidad para quienes tenemos el don de la fe estos días son de profunda reflexión, oración y encuentro con Jesucristo que nos amó hasta dar su vida por nosotros y para los hermanos que no tiene el don de la fe ,o comparten otra fe, también un saludo fraterno de este pastor que quiere servir a todos ,porque Jesús vino para traer paz y esperanza a todos los corazones humanos. Que estos días de Semana Santa constituyan, pues , para creyentes y no creyentes, días de paz interior ,de renovación de un espíritu que nos ayude a servirnos unos a otros, ayudarnos a ser solidarios y a trabajar por el bien de todos, especialmente los más pobres.”, dijo el Pastor de la Iglesia, el que durante estas celebraciones estará a las 15:oo horas de este viernes en la Liturgia de la Pasión en el Monasterio de las Adoratrices (Lidice 450,Rancagua) y en la clausura del Vía Crucis de la Catedral a las 18:30 horas.El Sábado 11 de Abril, su programa tiene por primera actividad un Retiro abierto a la comunidad en la Catedral desde las 9:00 horas hasta las 13:00 horas y en la noche, a las 21:00 horas, estará en la Vigilia Pascual en el Monasterio de las Adoratrices.
De ésta manera, la Iglesia en Rancagua está viviendo la Semana Santa.
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