miércoles, 15 de julio de 2009

Las mil caras de Admeto

*Una mirada a Admeto, el personaje de Alcestis de Eurípides, a lo largo de la historia. Por Luis Felipe Caneo.
Si buscamos a un personaje cambiante a lo largo del relato, en donde experimente sentimientos contradictorios entre sí, Admeto es la alternativa.Èl, quien estuvo a la cabeza de Feres –una ciudad de Tesalia en la Antigua Grecia, entre los años 980 y 950 AC (Sorianò-Mollà), se enamoró de Alcestis, hija del Rey de Yolco, él cual no daría a su hija sino se trataba de “ un hombre cuyo carro llevará uncido bajo un mismo yugo un león o un jabalí” (Grimmal 7): gracias a la ayuda de Apolo , logró sortear la exigencia paterna y de ésta forma pudo contraer matrimonio con Alcestis.En el día de la boda, el hijo de Feres y de Periclimene (Grimmal 7) omitió hacerle un sacrificio a Artemis, quien, molesta por la situación, llenó de serpientes el lecho nupcial: Apolo prometió aplacar la rabia de su hermana, ordenándole al protagonista a realizar un sacrificio a la Diosa. Cuando las moiras venían a buscar a Admeto, Apolo los embriagó y de ésta forma, lo que constituyó una nueva ayuda del hijo de Zeus, le permitió a la máxima autoridad de Feres seguir viviendo. Pero, debe buscar a una persona dispuesta a remplazarlo, logrando que solamente su joven esposa, Alcestis, accediera a ocupar su lugar. Así comienza Alcestis, tratada, en una primera instancia, por Frìnico (Lesby), obra de la cual hay solo fragmentos; para luego ser abordada por Eurípides en una publicación homónima, editada en el año 438, cuya principal contribución fue conferirle al sacrificio de Alcestis “toda su grandeza humana” (Lesky) dándole énfasis al aspecto psicológico en la decisión de la protagonista, evidenciado, por citar un caso, en la promesa que le hace llevar a cabo a Admeto en cuanto a no darle a los hijos de ambos una madrastra, reflejando, con este gesto, el amor maternal y, en menor medida, el deseo de ser recordada y no remplazada por otra. En el presente ensayo analizaremos la figura de Admeto a lo largo de la historia, centrándonos en la obra “Alcestis” de Eurípides, la ópera de “Alceste” de Gluck, una obra del teatro español de a fines del siglo XIX de Benito Pérez Galdòs y una recreación actual del mito, ambientada en Venezuela. El factor común en todas estas creaciones es el paso de un Admeto orgulloso de si mismo a uno sufriente. Una evolución que para entenderla es menester referirse a la heroína de ésta historia, Alcestis. Admeto en Alcestis de Eurípides Como un hombre se da cuenta de que su acción en vez de ayudarlo lo perjudica.Asì se podría resumir la historia del Rey de Feres en la Alcestis del 455: un hombre generoso afuera de la casa, es decir, con una gran hospitalidad, cualidad elogiada por los tres elementos claves del drama (Guzmán Guerra): el dios Apolo, Coro y Heracles. Un ser que le promete fidelidad eterna a Alceste, pero por su cobardía, la de Admeto, ella muere. Es un personaje que experimenta 4 estados en la obra. El primero de ellos es aceptación frente a la decisión de su mujer, miedo y desconsuelo ante la partida de su compañera de vida- “¡Ay de mí ¡ ¿Qué haré, pues, solo sin ti? “(Eurípides 380)-, rabia y desprecio hacia sus progenitores por rechazarse ellos inmolarse –escena de la cual luego hablaremos-, disimulación de su pesar-cuando le ofrece su hospitalidad a Heracles, diciéndole: “¡Muertos están los muertos ¡ Así que entra en casa” (Eurípides 540)- y, para terminar, felicidad total, antecedida de incredulidad, frente al regreso de su esposa desde el mundo subterráneo. Sin lugar a dudas, la escena que merece un párrafo aparte es la de la disputa entre Feres y Admeto, padre e hijo, cuando el primero quiso hacerle los honores funerarios respectivos al féretro de Alcestis. El objetivo de ésta parte de la obra es destacar lo realizado por la “abnegada mujer” (Lesky) mientras dos familiares directos, progenitor y su descendencia discuten. Admeto le recrimina a su padre: “En verdad que aventajas a todo el mundo por tu cobardía, tú que, siendo ya de tal edad, y que has alcanzado el límite de tu vida, no quisiste ni te atreviste a morir por tu propio hijo. Sino que se lo dejaste a una mujer extraña, a quien yo podría considerar, con toda justicia a ella sola, mi madre y mi padre” (Eurípides 640-645) Alcestis, en el desarrollo del relato, presenta caracteres opuestos, que nos dan a conocer, en partes, a una mujer amante y generosa con su marido y en otras a una fémina descontenta con su relación matrimonial, como queda graficado en las siguientes palabras: “Voy a morir por ti, aunque me era posible no morir, sino conseguir como marido al tesalio que yo hubiera querido y habitar una casa señorial” (Eurípides 285). Otra característica de ella es la de ser una mujer soberbia, rasgo presente en las palabras dirigidas a su lecho nupcial: “Porque me he resistido a traicionaros, a ti y a mi marido, muero.A ti te poseerá cualquier otra mujer, por supuesto que no más sensata, aunque tal vez más afortunada” (Eurípides 180). El cambio observado entre el Rey aceptando la decisión y el que está junto a la tumba, es la de un ser comprendiendo que todos están bajo el manto de la muerte (Lesky), por lo cual debería haberse opuesto a la decisión de su esposa, pues no se cumplió el fin del sacrificio: conservarle la vida a Admeto. En realidad, la decisión de Alcestis lo destruyó en todos los sentidos. Admeto en música y el teatro El mito de Alcestis ha sido llevado al plano musical en el siglo XVIII en la Ópera Alceste (1767) del compositor Christoph Willebald Gluck, la cual narra la historia de la enfermedad del Rey de Feres, desatando la preocupación de todo el pueblo que invoca a los dioses co el propósito del saneamiento de su monarca. Su esposa, Alcestis, al ver la muchedumbre lamentándose por el estado de su marido, da muestras públicas de su aconjogo y promete sacrificio a Apolo, realizándolos en el templo de la divinidad: es allí cuando, en momentos n que el sacerdote invoca al hijo de Zeus, la llama del altar aumenta considerablemente su altura, saliendo la voz del oráculo anunciando que el rey morirá si alguien no acepta irse al mundo de los muertos. Esa realidad desata una disyuntiva en Alcestis, quien debe elegir entre el amor maternal o el de su esposo, seleccionando la segunda alternativa y, por ende, ella morirá por Admeto. Con esto, el Monarca se recupera, desatando la alegría de su pueblo .Al enterarse de que alguien deberá fallecer, se entristece, desesperándose al saber que su esposa morirá por él. Hércules se informa de la situación en la Plaza del Palacio Real, prometiendo su ayuda. Alceste ya ha llegado a los umbrales del infierno, mas su entrada es rechazada, debe esperar hasta la noche. Se le une Admeto, quien, cumpliendo su promesa, sale de las tinieblas para seguirla. Tánatos le da la posibilidad a uno que entre no más, generando en el matrimonio una disputa, por decirlo de algún modo, la cual llega a su fin con el surgimiento de Heracles, provocando la huída de los espíritus malignos. El matrimonio regresa a la tierra, celebrando el pueblo de manera solemne el acontecimiento, de acuerdo a las órdenes de Admeto. En la ópera es posible encontrarse con un Rey de Feres que, a diferencia al de Eurípides, siente, desde un principio, que la decisión de inmolarse por él no tiene sentido pues su vida pierde significado ante la ausencia de Alcestis .Es, al final de cuentas, un hombre no altanero, el cual reconoce la importancia del otro. En tanto, Benito Pérez Galdòs nos ofrece en su obra Alceste, presentada un 21 de Abril de 1914 en el Teatro de la Princesa de Madrid (Soriano-Mollà), una reactualización del mito que Eurípides inmortalizó un lejano 438 AC, cuando Grecia vivía sus últimos momentos de esplendor antes de la Guerra del Peloponeso en el año 431, a la situación de España a comienzos del siglo XX. Su idea es “que llegue a interesar, o al menos, a despertar la curiosidad del aletargado público” (Soriano-Mollà). La obra de Pérez, a diferencia de la de Eurípides –quien comienza su historia en i media res, en el instante en que Alcestis esta dejando este mundo- parte desde un comienzo, debe reconstruir los inicios de la creación, pues el “saber popular” (Soriano-Mollà) desconoce los detalles de la misma, dándole, al mismo tiempo, rasgos “más humanos y creíbles”(Soriano-Mollà). Para eso desacraliza y humaniza a los dioses. Es así como en la obra es posible ver pinceladas de Apolo y sus flechas mortales e contra de los Cíclopes –causa de su destierro en la tierra- o a la ninfa Liriope y su hijo Narciso, quien fue bautizado por el autor como el “bello Corydòn” (Soriano-Mollà). Este escenario mítico verosímil sirve como marco referencial para la introducción de conflictos humanos, con un marcado énfasis en lo político. Lo anterior queda graficado en el problema de Admeto al encontrar un remplazante que quiera morir en vez de él, trasladándose el eje narrativo a los acontecimientos de la época de Pérez, como por ejemplo la sucesión al trono, por citar alguno. En cuanto al argumento, Admeto es culpable de la muerte de Corydòn y por eso recibe un castigo de Júpiter. Mercurio, que representa a Apolo en la recreación, abogará por Admeto, primero, ante las Parcas para luego hacerlo ante los hombres.Admeto y Alcestis se presentan en este montaje co rasgos más humanizados, expresado en la “psicología de un matrimonio que sufre” (Soriano-Mollà).Los arquetipos de los héroes mitológicos (el sentido de estos seres) ya no son el eje conductor de la historia, como en el caso de Eurípides. Mediante el personaje de Admeto en la obra dramática es posible observar sobre el escenario los diversos estados de ánimo de los seres humanos cuando la muerte llega a su vida. Es el paso de un joven irreflexivo a un sujeto que se somete “animoso a su fiero destino” (Soriano-Mollà). En fin, la reactualización del mito comentada hace referencia aun propósito del artista de querer ocupar en la historia como símbolo de su época. Es en ese contextúen que se inserta el perfil político dado a la ahora leyenda –no debemos olvidar que Alcestis partió en Grecia como mito-, dándole a la figura de Admeto el carácter de un “jefe de gobierno fuerte” (Soriano-Mollà), realidad fundamental para que una sociedad pueda aspirar a la “trascendencia de la universalidad” (Soriano-Mollà). En otras palabras, el mito es el encargado de remover las conciencias de las personas para sólo así optar a una España mejor en todos los ámbitos de la sociedad. Admeto en el siglo XXI Una de las actualizaciones del mito más interesante es la realizada por Nyna Koti este 2009, ambientada en la ciudad de Maracaibo en Venezuela. Admeto es un chico que ha viajado por múltiples zonas de su país, oriundo de Barinas, desde muy niño tuvo libertad total y, en consecuencia, hizo lo que quería. Este perfil de joven rebelde llamó la atención de Alcestis, una niña de Caracas, la cual al trasformarse en mayor de edad lo conoció. Las miradas se iniciaron en el metro cada mañana, las que, con el pasar de los días, se fueron transformando en amistad y luego en romance, que llegó a su fin por el deseo de aventura de Admeto, quien, pese a su amor a Alcestis, no sentía todavía interés en el matrimonio, marchándose un día dejando a su amada con el corazón roto.
Si bien ella durante varios días lloró por el hecho, decidió, al final, bloquear los recuerdos de Admeto. Él, en tanto, viajó por cada rincón del país llevando una vida licenciosa, hasta que siente la necesidad de reencontrarse con su antiguo amor. La tecnología ha evolucionado y ahora existe Internet, red a través de la cual se volvieron a mirar “en una pantalla de computadora y como si el tiempo no hubiera pasado, esa chispa volvió a encender” (Koti). Admeto siente que ha perdido u tiempo precioso de su vida, dedicada a cosas banales, para remediarlo le pide matrimonio a su amor de la juventud. Sin embargo, todos los años de exceso le pasan la cuenta: requiere de un trasplante de riñones de forma urgente. En la noche de despedida de soltera de Alcestis, organizada por Apolo y tres hermanas de apellido Moiras , Admeto recibe el llamado que tanto esperaba: su médico le informa de la disponibilidad de riñones. Admeto está nervioso, pero, al mismo tiempo, esperanzado. Siente que ahora si la vida le sonríe. La operación resultó un éxito, se encuentra en la clínica recuperándose cuando le comienzan a surgir preguntas que no sabe quien responderá. “¿Quién le dirá que Apolo embriagó a las Moiras y por eso Alcestes no se casará?, ¿Quién le dirá que Alcestes lo abandonó también?, ¿Quién le dirá el nombre del donante de su riñón?” (Koti). En esta historia nos encontramos co el mismo camino del Admeto de Eurípides: de un ser orgulloso pasa a uno consciente de la necesidad de los otros y de sus propias limitaciones. A diferencia de sus antecesores, el Admeto de Venezuela es totalmente humano y su vida no tiene ninguna conexión divina. Es la desacralización del mito. Conclusiones Generales Al analizar el mito y luego la leyenda, en segunda instancia con las obras de Pérez y Koti, se llega a la conclusión de que la evolución de la figura de Admeto, complementada con la de Alcestis, es el reflejo de la historia de la Humanidad y su relación con lo divino, especialmente en Frìnico y en Eurípides. Es el paso de un hombre orgulloso a uno consciente de sus limitaciones, de un Apolo divinizado que lentamente se fue desacralizando, hasta llegar a convertirse e un humano, como queda demostrado en el Admeto del siglo XXI .Es el paso del mito al logos, de un Admeto idealizado a uno más humano. Notas
1.El Dios estaba desterrado desde El Olimpo a la tierra por matar a los Cíclopes, tiempo en el cual debía servir a un mortal, siendo el escogido Admeto, hombre destacado por su hospitalidad. 2.Seres de la mitología Griega, su función es personificar el destino o el llamado Anagké 3. Las Parcas son conocidas, también, como moiras, equivalente al destino. 4. Es el acrónimo de su nombre, el cual no revela. Ella es una mujer de 36 años, bloguera del sitio “Sígueme por aquí” desde Abril del 2009. 5. A través de estos nombres se da la conexión entre el mito y la reactualización. Es una técnica ocupada, además, por Eurípides, en donde la mención a los dioses se hace con el objeto de hacer un relato creíble. Citas -Grimmal Pierre, Diccionario de la Mitología Griega y Romana, Editorial Paidòs, Buenos Aires, 2005, pàg 7 -Eurípides, Alcestis, 380 -Eurípides, Alcestis, 540 -Eurípides, Alcestis, 640-645 -Eurípides, Alcestis, 285 -Eurípides, Alcestis, 180 - Soriano-Mollá Dolores Thion, “Alceste entre mito e Historia”, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, viernes 3 julio 2009, http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12159064228098291865624/p0000001.htm -Koti Nyna, Admeto y Alcestis, blog Sígueme por aquí, viernes 3 julio 2009, http://siguemeporaqui.blogspot.com/2009/05/admeto-y-alcistes.html. Bibliografía -Análisis Opera Alceste de Gluck, Radio Beethoven FM, viernes 3 julio 2009, http://www.beethovenfm.cl/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=118. -Lesky Albin, Eurípides, Editorial El Acantilado, Barcelona, 2001. -Eurípides, Tragedias, Alianza Editorial, Madrid, 1990

1 comentario:

Yrinak dijo...

Hola Luisfelipe!

Me encontré por accidente con tu blog, el cual es muy interesante, y no te imaginas mi sorpresa cuando al avanzar en este texto, encontré tu reseña sobre mi cuento corto.

¿Destino? Tal vez.

Me siento profundamente halagada y al mismo tiempo inmerecedora de encontrar mi nombre (así sea en acrónimo) al lado del de Eurípides y Pérez Galdoz.

Sin embargo, el ego ataca y me complace saber que alguien lee lo que escribo y además sirve para algo.

Mucho éxito en tu empresa y desde hoy una seguidora fiel.