*A través de la obra “Contrapunto para voces cansadas” del destacado dramaturgo nacional Jorge Díaz. En poco más de 1 hora, el espectador podrá ser participe de la historia de 2 viejitos con todas las variables que ello implica.
Uno nace y pasa sus primeros años de vida bajo el cuidado atento de nuestros padres día y noche. Cumplimos alrededor de 10 u 11 años y poco a poco vamos entrando a una etapa muy difícil para uno, pues ni tus padres ni uno mismo se entiende, llamada adolescencia, una época que nos va modelando como seres independientes para llegar a la adultez, en donde no habrá nadie que vele por ti todo el día sino tú deberás, proteger a unos retoños que recién estarán subiendo esa colina llamada vida, cuya cumbre es la adultez, en donde, salvo excepciones, la autosuficiencia es tu acompañante. Los años pasan, las fuerzas ya no son las mismas ni el cuerpo se salva del paso inexorable del tiempo, hasta que uno arriba a la tercera edad, o sea, el individuo es viejito, pero no por eso un estorbo en la sociedad, un ser que, si la salud lo acompaña, puede seguir trabajando y teniendo sueños, metas que ha de cumplir en los próximos años. El mejor ejemplo conocido nacionalmente fue el caso del recordado periodista deportivo, comentarista de Canal 13, Julio Martínez, quien laboró hasta que la enfermedad le complicó la existencia.
Eso es lo que quiere graficar la creación de Jorge Díaz. Mediante un ágil, poético y realista relato, el público ve en 60 minutos la historia de 2 viejitos. Aquí se expresan sus esperanzas, deseos, desilusiones y tristezas. Toda la trama comienza con la visita que el uno le hace al otro, punto que en un principio no queda claro, pero que al final no hay duda alguna con respecto al tópico ya citado. Un hombre y un mujer charlan en un locutorio, separados por una reja que simula la separación entre el lugar de los internos y de las visitas, dando rienda suelta a sus recuerdos. Mediante la acción anterior, entra en escena el flash back, un viaje efímero al pasado. Es así como múltiples temas de la tercera edad salen a flote: los efectos de la vejez en el cuerpo, esa energía de la juventud poco a poco se va atesorando en el baúl de los recuerdos; el desprecio de la sociedad hacia ellos, considerándolos unos verdaderos cachos; añoranza de los tiempos de cuando eran padres y un poco de ingratitud por el desprecio del hijo; la rapidez de la vida, todo tan veloz que no hay tiempo para las cosas fundamentales; recuerdos del casamiento y, de paso, de la juventud, bonita palabra – ésta expresión la ocupan en el diálogo-.
Hay una escena que merece capítulo aparte. Ésta es cuando ambos hacen un viaje a los acontecimientos históricos del Chile del siglo XX. Pasan Revista a todo lo que lo que significó la candidatura de Jorge Alessandri Palma, el León de Tarapacá, y la posterior aprobación de la Constitución de 1925, lo que provocó el fin del Parlamentarismo y el retorno del sistema presidencialista; el ascenso al poder de Pedro Aguirre Cerda (1939-1941), dando inicio a los Gobiernos Radicales; la llegada de la UP a la Moneda, con interpretación del Venceremos incluida, y el Golpe Militar de 1973.El único objetivo de lo anterior es, según nos contó Carmen Poblete, actriz y una de las protagonistas, demostrar que estos seres, los adultos mayores, también vivieron esos hechos y, en consecuencia, fueron jóvenes algún día. No tiene ningún afán político.
Los miedos al futuro son otra de las facetas abordadas en el montaje. Miedo e incertidumbre por lo que la vida les depara en un futuro cercano. En otras palabras, terror a la soledad que día a día se ven enfrentados miles de integrantes de ese grupo etario. Ya en las postrimerías de la presentación, la anciana Elisa, la esposa del señor, confiesa que no es tal sino su nombre verdadero es Aurora. Confiesa, en definitiva, el engaño que sábado a sábado se desarrollaba. Al explicar sus razones, ella relata que por curiosidad en un principio se acercaba hasta que le pareció una actividad interesante ha realizar. Además, menciona que por esos lados, en el sanatorio, pasan muchas Elisas, haciendo alusión, en forma metafórica, al desprecio que la sociedad le tiene al adulto mayor y como pasan sin pena ni gloria. La despreocupación hacia ellos Ante este escenario, él –en la obra no recibe ningún nombre en concreto- revela que él, también, sabía del engaño, pero, al igual que ella, seguía viniendo porque “cuando se quiere a alguien se aleja de la vejez”. Una frase para reflexionar.
ASISTENTES OPINAN
Conformismo con lo visto es lo que expresaron los asistentes a la presentación, según pudimos captar a la salida de ésta. Además, destacaron la forma y el fondo del montaje.
Marta Madrid indicó “Ésta obra me parece fabulosa, ya que te hace pensar sobre la soledad a la que eventualmente nos vamos a ver enfrentados cuando seamos mayores”. Por su parte, Roxana Allendes, escritora rancagüina, comentó a El Rancahuaso :”Vine Vine a ver èsta obra, me pareciò espectacular, muy dramàtica en realidad, muy emotiva, un momento de culminaciòn de drama tremendo.Me parece que es una realidad que estamos viviendo todos y que en un momento dado nos vamos a ver enfrentados a esa realidad.Dolorosa, pero es verdad.Es la soledad de la vejez", comentò la literata rancaguina.
Claudia Muñoz, en tanto, señalò:"Si, me gusto la obra.Es como para reflexionar para cuando uno llegue a esa edad, da para pensar.En realidad, es bien profunda, todavìa estoy un poco pa adentro, pues da para pensar.Me gustò, es bonita.Tiene de contenido", indicò y, de paso, quiso entregar un mensaje a todos nosotros, a la sociedad entera:"Debemos pensar que todos vamos para allà, hacia allà.No deberìa haber discriminaciòn, al contrario, preocupaciòn y harto cariño por ellos".Marta, otra espectadora, indicò:"Me gustò la obra.Es como para reflexionar para cuando uno llegue a esa edad, da para pensar.En realidad, es bien profunda, todavìa estoy un poco pa adentro, pues da para pensar.Me gustò, es bonita.Tiene de contenido."
MARCOS POBLETE:"Para nosotros es una satisfacciòn"
Despuès del fin de la presentaciòn, nos acercamos para charlar con los protagonistas, los actores Carmen y Marcos Poblete.Al llegar al camarìn se podìa percibir satisfacciòn y alegrìa por el resultado del montaje, cuestiòn que queda reflejada en las palabras de Marcos:"Para nosotros es una satisfacciòn, pues captar a un pùblico, aunque sea minìmo, es una meta cumplida para nosotros. El montaje de una obra culmina con la presentaciòn y con el aplauso del pùblico.Nos deja satisfecho.Personalmente me encuentro muy satisfecho por lo que hize.Creo que logramos comunicar a la gente, se logrò dar el mensaje correspondiente o lo que quiso decir el actor, logramos sensibilizar a la gente- lo que nosotros queriamos-.Asì que me voy muy satisfecho por este montaje", concluyò Marcos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario