*Una interesante hipòtesis ,relacionada con la estructura interna de la tierra, nos da a conocer Horacio Flores en esta nota.
Como explicación al origen y permanencia del calor en el centro de la tierra hemos encontrado algunas hipótesis; nada concluyente, para un fenómeno que viene con el planeta durante los muchos millones de años que existe.
Invitamos a quienes gusten jugar, de vez en cuando, con las ideas, distraer un tiempecito en problemas que se resisten a entregar explicación o solución, agregar opiniones, discusiones y, si les viene bien, descalificaciones a la hipótesis que osamos presentar.
Si la combustión interna del planeta tuviera como fuente combustibles de cualquiera de los tipos conocidos, contenidos dentro del planeta mismo probablemente la tierra sería un frío montoncito hace ya muchos millones de años por agotamiento de combustibles.. Tampoco vemos que del exterior le llegue algún aprovisionamiento. para mantener el fuego.
¿Le dejamos tan difícil problema a los científicos? No nos corresponde a los legos dejárselo. Ellos por su formación y dedicación estarían obligados a trabajarlo. Y de paso botar al cesto de papeles inútiles nuestra hipótesis con las debidas y demostrables refutaciones. El esfuerzo para impugnar nuestro aserto podría abrir nuevas vías de investigación.
Encontramos por ahí que las presiones atmosféricas provenientes de direcciones opuestas se anulan mutuamente si son del mismo valor. Para jugar con la idea prefiero cambiar “presión” por “peso” me resulta más manejable pensar que la atmósfera pesa sobre la tierra.. ¡Y que peso! Está establecido que a nivel del mar un centímetro cuadrado de superficie recibe 1 kilo de peso atmosférico; una superficie de diez centímetros cuadrados recibe 100 kilos de peso. ¿Y un metro cuadrado? ¿Y un kilómetro cuadrado? Como que empiezan a terminarse los ceros. Esto permanentemente a través del tiempo.
¿Qué piensa usted? ¿Este peso se disipa, desaparece sin más ni más a nivel de la superficie terrestre o penetra a su interior?
Si ocurre lo primero, se disipa y se terminó también la hipótesis..
Si el peso insiste en penetrar al interior de la tierra la dirección de este peso es concéntrico, van todos a juntarse en un mismo punto. La nulidad mutua de las fuerzas opuestas exige que éstas sean del mismo valor. ¿Son del mismo valor?
El sol en su avance va calentando nuevas zonas y abandonando otras. Es permitido suponer que el calentamiento directo produce dilatación atmosférica y el enfriamiento de las zonas más lejanas contracción. Habría diferentes distancias desde la superficie caliente y la fría a la tierra y el peso estaría aplicándose también desde altitudes diferentes y estas diferencias traducirse en mayores y menores valores de peso. Y estaríamos en presencia de pesos que vencen y pesos que son vencidos.
Para continuar nos falta imaginar como este peso, que indiscutiblemente estuvo, está y estará ahí, hace para continuar su camino.
La diversidad de materiales componentes de la corteza y del manto terrestre ponen mayor o menor dificultad al avance del peso atmosférico y esto se traduce en más o menos velocidad de avance y al llegar al sitio de concentración, con diversos pesos y velocidades, vencen o son vencidos por los pesos opuestos o antípodas y estas fuerzas se disiparían en calor.
Esta producción de calor permanente terminaría quemando el planeta y aquí entra en actividad el agua para mantenerla controlada. Tenemos de pasada la explicación de los géiseres. La misión más importante del agua, más que las vidas animales y vegetales, es la de controlar este calor para que el planeta no se queme.
Ya lo dijimos, esta hipótesis puede merecer el basurero, sin embargo recuerden
a aquellos detentores de la sabiduría que se opusieron a reconocer que la tierra era redonda.
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