*El derrumbe de una antigua casona de adobe en la comuna de Chimbarongo, en la Región de Ohiggins, reveló un secreto guardado por 114 años: el cuerpo de una niña fallecida en 1896, el cual se hallan en un pequeño cofre con forma de ataúd.Por Luis Felipe Caneo.
El terremoto del pasado 27 de febrero que afectó a la zona central de Chile dejó como saldo víctimas y destrucción de miles de viviendas en las distintas ciudades, una realidad de la cual Chimbarongo no fue la excepción. En esa comuna de la Región del Libertador, al medio de un muro de adobe de una antigua casona, gravemente dañada, el personal municipal que trabajaba en el derrumbe del immueble, encontraron un sorprendente hallazgo: un pequeño cofre que era similar a la figura de un ataúd, en cuyo interior estaban restos que pertenecerían a un bebé, los cuales estaban envueltos en telas y periódicos.Todo esto estaba acompañado de una carta que da algunas luces del cuerpo: ""Nació viva. Vivió dos horas (...) Rezad por ella".
De acuerdo a los primeros antecedentes, se trataría de una menor nacida en 1896 de seis meses de gestación, hija de María Isabel Rebolledo y José de la Cruz Peña, la cual alcanzó a vivir solamente dos horas. Un hecho que sus progenitores nunca revelaron, según los primeros indicios, llevándose su secreto a la tumba, el cual salió a la luz pública después de 114 años, en medio de la demolición de esta casona de 1000 metros cuadrados, construida en el siglo XIX, la cual se trasladó José de la Cruz con su familia para administrar el fundo familiar.Cabe señalar que ese lugar era considerado uno de los más antiguos de la comuna, una vivienda que al momento del terremoto se encontraba desahabitada.
El chofer de la retroexcavadora, el operador de grúas José Ortiz, fue el primero en localizar el cofre, transformándose para él en una experiencia impactante: "bueno yo estaba despejando el lugar y de repente me tope con unas maderas y se abrió la cajita y me baje a ver y pude ver una carta donde decía de quien se trataba y la fecha que había muerto, de inmediato llame al sargento Marcelo Araos del Ejercito y pudimos comprobar que se trataba de una guagüita que estaba enterrada, y lo mas impactante fue leer la nota donde decía recen por ella, eso me conmovió mucho y luego llego carabineros y luego se comprobó que en este lugar fue su lugar donde permaneció sepultada mas de cien años, la gente decía que acá penaban pero yo no creía nada de lo que decían quizás acá queda demostrado que era ella que buscaba que alguien la encontrara para enterrarla donde esta su familia.", comentó al diario Rengo al Día. Por su parte, el sargento Araos, describió como un instante emocionante lo antes descrito: " Bueno algo impactante y a la vez ser el primero en estar al lado de ella y leer lo que decía fue realmente impactante, sobre todo decía recen por ella bueno fue una experiencia que jamás olvidaré.", indicó.
Desconocimiento familiar
"De la historia de esta niñita, que habría sido mi tía, nosotros nunca supimos. En la familia nunca se comentó o escuchamos a mis tías hablar algo de ello, porque tampoco lo tienen que haber sabido. Fue un secreto de mis abuelos", comentó la nieta del matrimonio Peña-Rebolledo, María Peña Urra a la prensa.Por su parte, el bisnieto, Jorge Abrigo, indica que había un rumor de que se había enterrado a alguien en la familia, pero no había mayores datos sobre el hecho: "Como historia de familia se rumoreaba que había alguien (enterrado), pero no era nada claro. Los abuelos no informaron a sus hijos acerca de ninguna situación".Al intentar determinar las motivaciones del actuar de la familia Peña-Rebolledo, María Peña cree que el miedo social ante la pérdida de un ser querido los llevó a guardar este secreto para siempre, otra explicación de lo anterior, tomando en cuenta los antecedentes históricos del Chile de a fines del siglo XIX, se explica por el hecho de que los niños eran inscritos en el Registro Civil un tiempo después de su nacimiento, una realidad que no hizo la familia Peña-Rebolledo por la prematura muerte de la menor.
Es importante señalar que los padres de la niña fueron importantes personajes para la comuna de Chimbarongo. El progenitor era conocido como Pichino y su casa constituía un punto de encuentro para las reuniones sociales de la época, como lo revela la nieta de los padres de la niña, María Peña: "Siempre estuvo abierta a la comunidad. Había reuniones de todo tipo, desde los scouts, de bomberos, el rotary, clubes de huaso, fiestas de colegio, todo se hacía en esta casa", indicó a El Mercurio.Este matrimonio dejó como descendencia 8 hijos y 19 nietos.
Los pasos que siguen
La arqueóloga , Blanca Tagle, perteneciente al Consejo de Monumentos Nacionales, será la encargada de llevar a cabo un análisis de los restos y de la carta encontrada, con el fin de determinar la edad y la identificación de la fallecida, resultados que en un plazo de 15 días serán comunicados al Ministerio Público y a Carabineros.Luego, si así lo desean los familiares, pueden darle sepultura a ésta menor, situación que así ocurrirá.María Peña ya expresó su deseo de enterrar el contenido del cofre:"Con mi hermana nos vamos a tener que hacer responsables para darle cristiana sepultura",la cual se realizará en el Cementerio Parroquial de Chimbarongo, lugar donde se hallan sus padres.
"Agosto 10, de 1896. Edad, 6 meses. Nació viva. Vivió dos horas. Esta niña es hija de María Isabel Rebolledo y José de la Cruz Peña. Rezad por ella", así rezaba la carta hallada junto al cofre la cual fue escrita por unos de los padres y a tinta, tal como era la costumbre de la época. Todos estos elementos serán sometidos a peritajes de expertos del Cmm.
En definitiva, este hallazgo nos permitirá conocer nuevos detalles sobre Chimbarongo y sus alrededores, contribuyendo así a la conservación de la memoria colectiva de la Región de Ohiggins en el Año del Bicentenario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario