*El gobierno Chino anunciò recientemente una serie de restricciones para los visitantes de los JJOO,ha celebrarse en unos dìas màs.
Controlar la opiniòn pùblica y el trabajo de la prensa ese es el objetivo del règimen comunista chino, tal como lo hizo con la crisis en el Tìbet, pues, a su juicio, la prensa occidental miente.
Segùn revelò en una editorial "The New York Times"los miles de hinchas deportivos que estèn presentes en las Olimpiadas 2008 Beijing tendràn que manejar una larga lista de reglas que restringiràn su actuar en aquel paìs.Estas fueron dadas a conocer por el comitè olìmpico local en su sitio web.
Algunas de ellas son:
1.La prohibiciòn de llevar consigo materiales impresos, fotografìas, discos o pelìculas que contengan ofensas contra la naciòn asìatica.
2.Tampoco pancartas con lemas religiosos o polìticos.
3.Se prohibirà la entrada al paìs a los visitantes con enfermedades mentales y de transmisiòn sexual.
"Nosotros temblamos ante còmo se llegarà a esos juicios ,ya que muchos son altamente subjetivos e interfieren en la vida ìntima",indicò el rotativo con justa razòn.Si bien ellos, al igual que cualquier país soberano,puede velar por sus intereses corporativos, en este caso se pasa a llevar un derecho fundamental:el respeto y, de paso, la intimidad.Mientras que alguien con las características mencionadas en el punto 3 no le haga daño a nadie, no veo por qué, su presenciaprovocará algún malestar ni en China ni en ninguna otra parte del mundo.Al parecer, ellos están siguiendo políticas tipo nazistas:quieren a seres perfectos.
El Comité Olímpico Internacional prohibió desde hace harto tiempo las actividades políticas en sus citas con el objeto de hacer el deporte una fiesta y no una guerra, cuestión que siempre debería ser así, en China se están aprovechando de ello claramente."Beijing está usando esas restricciones con sus propios fines"señala The New York Times.
China para poder convertirse en sede prometió mejorar el área de los derechos humanos en el corto plazo.Pero, ha demostrado hasta el momento todo lo contrario, ejemplo de ello es la feroz represión a la que fueron sometidos los monjes budistas por pedir algo tan elemental:la autonomía del Tíbet.Esa nación asiática no puede invitar al mundo a que asista a estos juegos y, al mismo tiempo, restringir los movimientos de los miles de turistas que arribarán a sus tierras.
Ésta es, sin duda, la oportunidad de ellos de mejorar su imagen socio-política ante el mundo, pero que sea verdad y no otros hospitales de Curepto.Sin embargo, estoy pesimista, pues el poder económico de China es enorme y eso, como en todos los casos, cierra muchos ojos y calla muchas bocas.
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