*La gran mayoría de los analistas coinciden que no habrá grandes cambios entre Latinoamérica y Estados Unidos, lo que si se modificará será el tono presente en la relación.
Que Obama tendrá como prioridad a Latinoamérica en su gobierno es una simple utopía. Otras serán las que ocuparán, principalmente la agenda del demócrata: la recesión económica y las guerras en Irak y Afganistán, temas que obligarán a tener a este continente en segundo plano. Esa es la visión de los analistas consultados al respecto, los que plantean que que "no habrá cambios relevantes ni nuevas iniciativas, aunque sí se producirá una variación en el tono”. En otras palabras, se espera que no haya tantos roces entre el ala izquierdista imperante en la región y la administración norteamericana.
Para Daniel Erikson, del centro de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington, la guerra contra el terrorismo en los dos frentes en los cuales actualmente se está desarrollando y la recesión económica llevará a Latinoamérica a un segundo plano,” "Pero sí que habrá un cambio representativo en el trato con la región, menos didáctico y con mayor interés en llegar a un consenso y trabajar a través de organizaciones multilaterales", indicó a la BBC de Londres.
Para América Latina la presencia de Estados Unidos es fundamental para el desarrollo y éxito de sus planes, con mayor énfasis en algunas naciones, como es el caso de Colombia y México, países que gracias a la asistencia de Washington han podido luchar de igual a igual, por decirlo de alguna manera, contra la Guerrilla y el Narcotràfico, respectivamente.Tambièn, el país del Norte desde antaño ha ejercido su influencia desde comienzos del siglo XX en estas latitudes del mundo. He ahí la importancia para el continente las políticas que aplique el gobierno de turno de Usa.
Los temas
Narcotràfico: Hace 20 años este tópico era prioridad para uno de cada 4 estadounidenses, más la realidad cambio totalmente. En la reciente campaña presidencial, en la cual triunfo Óvamelas drogas no apareció como tema en el debate. Esto, a pesar, de los US$5.000 millones gastados en Colombia en la lucha contra el narcotráfico o los US$400 millones otorgados por el Plan Mérida para combatir el narcotráfico en México y América Central. Se presume que el mandato de Obama no recibirá grandes presiones al respecto, salvo algún hecho excepcional que obligue a cambiar el enfoque predominante.
Cuba: Luego de la crisis de los misiles, a principios de la década de los 60 en el contexto de la Guerra Frìa,Estados Unidos decretó un embargo económico a Cuba, el que podría llegar a su fin con la llegada de Obama a la Casa Blanca, aunque, vale aclarar, no hay muchas esperanzas de que esto se cumpla, dado a que "el lobby cubano-estadounidense puso mucho dinero en las elecciones al Congreso, por lo que es poco probable que se interrumpa el embargo a Cuba”, indicó Erikson.
En lo que si habrá modificaciones es en el levantamiento de restricciones impuestas por George W. Bush a las visitas a familiares en la isla y a los envíos de remesas, dos políticas que cuentan con el respaldo de muchos cubano-estadounidenses.
Especialistas indican que podría haber un cambio en la actitud hacia la Isla, si es que se descubre reservas de petróleo en ella y hay interés de firmas norteamericanas en su explotación. A lo anterior se debe sumar otros factores como, por ejemplo: el creciente
Número de empresas interesadas en comerciar productos agrícolas con la isla, y el debilitamiento de las actitudes anticastristas entre la segunda y la tercera generación de cubano-estadounidenses.
Libre Comercio: En éste ámbito, el futuro mandatario es conocido por ser un detractor, por su posición, al libre comercio. En un principio planteó la posibilidad de revisar, o sea, renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre Estados Unidos, México y Canadá, pero recientemente desechó esa posibilidad.
El comportamiento de Obama frente a los Tlc con países de América Latina ha sido cambiante, por decirlo de alguna manera. Si bien votó a favor del Tic con Perù cuando era senador por Illinois, se opone a uno con Colombia,argumentando el asesinato de líderes sindicales de esa nación. "El TLC con Colombia podría verse sometido a difíciles negociaciones en el Congreso incluso antes de que Obama sea juramentado", comenta John Walsh, de la organización no gubernamental Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) y agrega:” "La Casa Blanca quiere que este acuerdo sea parte de un paquete de estabilización económica más amplio, que podría ser aprobado".
La opinión unánime es que la nueva composición del Congreso dificultarà las negociaciones para futuros acuerdos comerciales, ya que èste se encontrarà principalmente conformado por demócratas.
Relaciones con Castro y Chavèz:Si durante el mandato de Bush, un encuentro entre èl y un Jefe de Estado de tendencia izquierdista era impensado,en la administración de Obama si puede suceder.De hecho, el mismo Barack ha planteado en reiteradas ocasiones su disposición para el diálogo,pero bajo condiciones adecuadas.Una pauta de la actitud que habrá a futuro será la durante la Cumbre de las Américas, que se celebrará en Trinidad y Tobago en abril.
El principal asesor para Amèrica Latina de Obama, Dan Restrepo,comentó, en una conversación con la BBC, la aplicación de la diplomacia directa utilizando la famosa frase de John F. Kennedy: "Nunca debemos negociar por miedo, pero tampoco debemos tener miedo a negociar".
Influencia Norteamericana en la regiòn:Una de las critìcas que se le hacen al futuro Presidente de Usa es que nunca ha estado en Amèrica Latina.A pesar de eso, los expertos creen que durante los primeros meses de la gestión demostrarà interés en Latinoamèrica,enviando a uno de sus principales asesores en una "gira de reconocimiento".
La escasa influencia que tuvo el gobierno de Bush en está parte del mundo queda demostrada en una encuesta de la empresa Latinobarómetro, realizada en 18 países de la región, reveló que el 29% de los encuestados dijo que la victoria de uno u otro candidato no implicaría nada para América Latina. Otro 31% respondió que no sabía qué candidato le convenía más a la región. Resultados que demuestran la baja influencia que tiene la Casa Blanca por América Latina, la que se fue acentuando en el gobierno de George W.Bush,realidad que la nueva administración quiere cambiar.
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